
Hoy me rindo.
No voy a luchar más contra el destino.
Hay algo escrito que no puedo cambiar.
Quiero "dirigirme hacia mis metas" por los caminos que conozco, pero creo que existen caminos desconocidos que me llevan hacia ellas. Temo perderme, siempre temo eso y es mi temor más grande. Temo llegar a un lugar desconocido y lejano a mis metas... sin embargo confío y trabajo para que mis pasos tengan un sentido definido.
No dudo.
Y a pesar de todo me rindo al destino. Estoy aceptando los cambios. Transformación inminente, no puedo evitarlo; sí podría pero hay algo que debo aprender o algo que debo enseñar que tiene que ocurrir aquí y ahora. No sé qué es, pero no puedo evitarlo si quiero evolucionar rápido.
Tengo que respirar profundo y aceptar. Abrir bien mis ojos para no perder detalle y también escuchar atentamente todo lo que ocurre. Cambiar mis expectativas y dejar de luchar en contra. Debo observar muy bien el rumbo de la corriente del destino y tomarla como impulso. La voy a utilizar como arma, como herramienta, no voy a luchar en su contra más. La voy a usar a mi favor. cambio de estrategia. Tomo decisiones y me voy a asentar, me quedaré aquí hasta que vea las nuevas puertas abriéndose en el camino. Ahora disfruto y uso mis fuerzas para crecer, no más para avanzar. El impulso es hacia arriba, no hacia adelante...
Crezco, crezco. No más sufrimientos tontos y luchas infructíferas. Me rindo... y amo el presente.

0 comentarios:
Publicar un comentario