lunes, 31 de marzo de 2014

Cantar de amor


Cantar de amor
Es cuando dejas que la garganta deslice notas del corazón
Es hacer poesía con las fibras sutiles de tu ser.
Cantar de amor
Es cuando tus sentimientos vibran al ritmo de Dios
Cantando te conviertes en el mecanismo de la vida y te haces uno con el amor.
Cantar de amor es convertirte en música divina.
Es dedicar tu existencia en intensos instantes a tu ser amado.
Cantar de amor es devolver las bendiciones divinas, es regalar luz sonora, es conectarte sin intermediarios con otro corazón, es dejarte caer sin ver en un lugar seguro y confortable.
Es convertirte en vibración pura y disolverte en el fluido divino en un contínuum que es cariñoso y absolutamente entregado.
Cantar de amor es abrir el corazón y sacar a pasear infinitas parvadas de sueños, risas, alegrías, esperanzas, momentos, palabras, toques y miradas. Dejarlas colorear el cielo con sus dulces aromas y escribir con estrellas las palabras de la música.
Cantar de amor es elevar el vuelo al infinito sin miedo a caer.
Cantar de amor es decir tu nombre y oír el mío en un concierto de miradas sonrientes y entregadas.
Cantar de amor es sentir con todos los sentidos, dejando escapar sólo el sonido, que por sus ingredientes se hace el más rico de todos.
Cantar de amor es amar con música.
Cantar de amor es amar con la voz.

Cantar de amor es amar creando.

viernes, 28 de febrero de 2014

Amo soñar despierto

Amo soñar despierto.
Soñando despierto añoro lo que no está aún.
Soñando despierto amo lo que vendrá.
Soñando despierto fabrico la tela que envolverá mis futuros deja vú.
Soñando despierto descubro la maquinaria de la vida, la analizo y me dejo envolver en su técnica.
Soñando despierto descubro la magia que el telón de la vida no me deja ver.
Soñando despierto veo a los espíritus que nos construyen el presente y los saludo cada vez.
Soñando, despierto en un lugar en el que todo es posible.
Soñando despierto viajo a donde quiero y con quien debo.
Soñando despierto soy dueño del Universo entero y soy uno mismo contigo, con ellos y todos.
Soñando despierto abro los libros de sabiduría que están ocultos a los necios.
Soñando despierto creo universos que están prestos a materializarse.
Soñando despierto llego más lejos, más alto, más profundo, más dentro.
Soñando despierto escucho y veo más claro.
Soñando despierto estoy más despierto que simplemente viviendo.
Soñando despierto soy lo mejor de mí y puedo escoger ser aún mejor, y lo hago.
Sueño despierto y sigo soñando despierto, porque cuando sueño dormido mis sueños son simplemente la vida.
Por esto prefiero soñar despierto.
Por esto, todo y todos me aman, me creen y me siguen.
Porque soñando despierto es cuando se está más vivo.
Soñando despierto se vive más que quienes sólo están despiertos viviendo.
Por eso amo soñar despierto.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Hallado y Perdido

Me he encontrado cuando me muevo por mis escenarios de felicidad, cuando veo a esa persona que hace mi sangre correr de alegría, cuando pongo mi energía en fuentes creativas y genero de una nada un todo que me llena y llena a otros en muchos sentidos. Ahí me siento hallado. Me descubro, sé quién soy y cuál es el sentido de mi vida.

Tal como ocurre en esos momentos de la vida en el que se encuentra a la persona correcta, al trabajo correcto, al ambiente correcto, la ciudad, el hobby, el libro, la preferencia, la comida, etc. Ese elemento de la vida que da la sensación de completar perfectamente la existencia, que parece estar hecho para uno mismo, con lo que uno se siente realmente a gusto y con lo que uno podría pasar el resto de la vida sin problema alguno, al contrario, con gran placer. Ese es el momento de estar “hallado”, de haberse encontrado de liberar alguna carga antigua y sentir la frescura de una vida ligera en la que no hay que adaptar las piezas del rompecabezas personal para ajustarse al universo, sino que todo encaja a la perfección y brinda una gran comodidad. Es cuando se uno se “encuentra” a sí mismo.


Pero también me pierdo cuando regreso a la rutina, cuando pierdo mi tiempo, vida y energía en empresas y personas que no me dan más ganancia que una retribución económica que no equivale al verdadero valor de mi ser. Estoy perdido cuando tengo que hablar y convivir con la gente mediocre que no me ayuda a crecer y cuyo entorno es tan pequeño como su visión. Me pierdo cuando no estoy con esa persona, en ese lugar, haciendo eso que me gusta. Me pierdo cuando el contenido de mi vida es vacío. Cuando mi trabajo y esfuerzo no llega a nadie, ahí estoy más perdido que nunca.

A veces uno está hallado y perdido al mismo tiempo ¿qué pasa cuando uno está hallado y no se da cuenta?, simplemente se encuentra el placer de un momento, de una vida tranquila y no se identifica el motivo (la persona, el entorno, la actividad, la preferencia, el objeto del encuentro) es entonces que uno se mantiene perdido, es el momento peligroso en el que uno puede dilapidar dicho “hallazgo” y no recuperarlo por simple ignorancia. Es continuar dentro del esquema previo al descubrimiento por miedo a lo desconocido, es aferrarse a las ideas antiguas, a las personas, a los lugares, a las actividades que no nos hacen crecer, es la ignorancia que nos cierra las puertas que se abren ante nosotros de par en par. La ignorancia, el miedo, la desidia, la mediocridad, son el entorno de la perdición.

No me quiero perder, cuando me he encontrado, quiero seguir en el vagón que me llevará lejos, hasta quién sabe dónde y enfrentar dicha incertidumbre con fortaleza y fe, pues donde sea dicho destino será obligatoriamente un lugar bueno, pues la confianza y tranquilidad permanecen conmigo, lo demás es sólo un escenario. Reconozco que es muy difícil vencer el miedo a lo desconocido, pero parece ser la única forma en que se puede llegar lejos, ser pleno y feliz.

jueves, 23 de mayo de 2013

La maldad humana natural no existe


La maldad es como la oscuridad: tan solo es una ausencia de luz, de bondad, de la seguridad que da Dios, de la paz y la armonía que da estar en equilibrio. No admito la maldad natural en el ser humano, eso no existe, eso es mala educación, y en casos extremos es dejar entrar demonios en uno mismo por la misma mala educación, por creer que no es posible otra cosa, por no saber que con una simple oración puede iluminarse la vida, por no voltear a ver con el corazón hacia la luz de Dios y saber que no hay porqué dejarse caer al infierno. No. El ser humano no es malo, en muchos casos es simplemente débil e ignorante, pero no malo. Y aunque podría decirse en muchos casos que la gente hace “maldades” y que la sociedad está torcida, no admito la maldad inherente. No existe. Es tan solo una mala educación crecida a grados extremos. Como bola de nieve que una vez se dejó caer y nadie la detuvo, creciendo y creciendo. Pero siempre puede detenerse, no importa cuán grande esté. Simplemente tiene que detenerse en uno mismo… ese es el lugar más importante, pues los demás, el “exterior”, el mundo “allá afuera” es un reflejo de uno mismo. Así es que no debemos dejar que la gran avalancha de malas costumbres, malos pensamientos, corrupción o maldad, nos lleve, hay que ser firmes y pararla en seco… en mí, en uno mismo. Todos tenemos el poder. Todos, no importa cuán pequeños o grandes, anónimos o populares, débiles o fuertes, todos tenemos el poder de parar el mal, la mala costumbre, la mala educación, la creencia de que el mal es “lo único” o “lo natural”; todos podemos parar esa creencia aquí y ahora.
  
La maldad humana no existe.  Aunque existe “el mal” y puedo decir que el mal sí posee a la gente, pues he sido testigo de ello. Yo he visto a gente poseída, he estado en medio de ellos. Gente que ha dejado entrar demonios. Esa pobre gente no está viva, son zombies del alma. Recemos por ellos. Su posesión no es como en las películas: girando su cabeza y arrastrándose o volando por los aires en un acto de circo, sino con oscuridad en el corazón, en la mirada, en los actos y los pensamientos, a veces parecen tener una fuerza sobrenatural para realizar acciones destructivas. La gente poseída busca destruir, busca el conflicto, buscan consumir al máximo el alma de esas personas como si su alma fuera su alimento, saboréandolo salvajemente en un banquete interminable, infinito, tan infinito como el alma humana. El alma de esa gente queda reducida a una lejana voz en las acciones que realizan los demonios con su cuerpo y sus corazones. Sus acciones tienden a la destrucción, a la corrupción, a la depravación, al reclutamiento de más almas para alimentarse. Esa gente no tiene una vida real, esa pobre gente padece la enfermedad del alma encarcelada que sólo podría salir dejando entrar la verdadera luz de Dios, y sólo ellos pueden dejarla entrar. Y no les echo la culpa a sus demonios de sus maldades, pero sí disculpo sus almas, aunque todas sus acciones sean reprochables y acumulen una terrible tensión en su equilibrio kármico. La maldad no es de ellos, no es de sus almas, es de los demonios que los habitan. Y esos son casos especiales, pues el hombre no es naturalmente malo. Eso no existe. Porque naturalmente no existe la maldad, ni la bondad en todo caso, hablando en términos humanos.

Tomemos en cuenta que lo bueno y lo malo son clasificaciones humanas, pues acciones que en humanos parecen malas, en la naturaleza son simplemente supervivencia. El error está en confundir supervivencia humana con supervivencia natural. La primera involucra el desenvolvimiento en la sociedad, el lidiar con las leyes, religiones, normas de convivencia, de civilidad, de economía, de política, etc. La segunda es la más básica, es simplemente cuidar de mi vida e integridad, y la de mis seres queridos, punto. El decir que se hace el bien o el mal es un juego de palabras que también depende del contexto, de los objetivos particulares y generales, y del punto de vista. En todos los casos la luz de Dios nos indica siempre el mejor camino sin lugar a dudas, y sin discusión alguna. Cuando existe el amor y la luz de Dios en la vida de las personas es prácticamente imposible que exista el mal, porque no puede haber oscuridad en donde se genera la luz. Dios está y siempre ha estado en la humanidad desde el origen, no puede no estar porque es la materia prima. Sin Dios no hay nada. Es por eso que no puede haber maldad en el hombre de manera natural, eso no existe.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Life's too short to remain still


Get up and dance! Get up and sing!
Life is too short to remain still.

Do something new. Do something fun.
Life is too short to live dull.

Surrender to romance. Surrender to passion
 Life is too short to stay out of fashion
Keep love in stance.
Keep life in action.

Come out and play! Come out and stay!
Never regret and never forget
That you are alive, so put fears aside
Do what you may and spare some time to pray

This is your only chance to live.
Don’t waste a minute, not even a second
If you have the chance, don’t hesitate: give!
You’ll be rewarded. No need to reckon!

lunes, 17 de diciembre de 2012

Todo lo que existe es el amor.


El amor disuelve todos los miedos.
Todo lo que existe es el amor.
Solo el amor es real.
La vida sin amor no es nada.

Olvidaba que la energía básica que sostiene flotando y ligando sin cambio a cada electrón, protón, fotón, neutrón y demás partículas "quasi indivisibles" de la materia es la energía que nos da vida y nos mantiene aprendiendo día a día, esa energía es el amor. El amor franco y verdadero, no es otra cosa y así hay que entenderlo.

De verdad estamos hechos de amor. Esa es la auténtica razón por la que es mucho más fácil encontrar el amor conociéndose a uno mismo, hurgando en la propia conciencia y dejando que nuestro propio ser nos diga su propia verdad.

La fuerza de gravedad es en realidad amor, esa es su identidad secreta. La luz y el calor son en realidad amor esas son otras identidades secretas.

sábado, 8 de diciembre de 2012

El perro del peregrino


Coelho habla de un perro que lo seguía durante su peregrinación, un demonio que lo enfrentaba consigo mismo. Hoy reconozco que ese mismo ser me ronda. En personas, son diferentes personas, en diferentes épocas, todas desaparecen en la espesura del tiempo, pero tienen el mismo personaje: Alguien que me odia terriblemente, sin explicación aparente, ni justificada y que hacen lo posible por destruirme a mí y a lo que hago. En todos los casos el olvido, la evasión, y la oración ha sido mi mejor arma contra este demonio. Me han hecho sufrir, claro que sí. Pero no me han tirado. En varios casos han sido personas que fueron primero amadas y llenaron su corazón de odio. Es por eso que reconozco al demonio en dicha circunstancia, pues ¿cómo puede ser sustituido de la nada, y literalmente de la nada, porque nunca he hecho nada malo en contra de nadie, incluidos estos seres. Como puede ser sustituido el amor por odio, tan fácilmente?, y se nota en la mirada.

Hoy que me fortalezco anímicamente lo observo y lo reconozco. Agradezco la visión a Dios y a los ángeles que la ponen frente a mí, para identificarla y analizarla, para reconocer a dicho demonio y ver cómo poner fin de una sola vez a su amenaza.

Si el demonio existe, entonces no me queda ninguna duda en mi corazón de que Dios está 100% conmigo, pues nada me turba realmente, todo lo que me ocurre tiene una razón de ser, y estoy siempre protegido de todo mal por la eternidad. Todo está perfectamente coordinado para mi propio crecimiento y evolución. Soy un hijo predilecto de Dios. Como tú. Y estoy aquí para hacer cosas muy importantes. Pongo mi vida en manos de el creador y guía de todos los Universos, y camino con pie firme porque sé que cada paso que doy está cuidado por infinitos ángeles para asegurarme un destino bueno y tranquilo. Muchas gracias Dios por permitirme ver tu creación con ojos distintos y conocer las estructuras que muchos ignoran y sufren. Gracias por tu amor incondicional y tu paz eterna. Gracias por siempre.