viernes, 2 de enero de 2009

Comenzar de nuevo.


¿De dónde sale esta sensación de desasosiego? Tengo miedo de romper el status quo, miedo a lo desconocido, miedo a sufrir, a padecer, pero creo que debo asumirlo y enfrentarlo… si sufro, ni modo, debo buscar hacer lo que sea para evitarlo, y Dios me favorecerá. Al que obra bien, bien le va pues “El que nada debe nada teme”…

Es la pena, el recuerdo, la presencia de una nueva historia que se repite cíclicamente. Y de la que soy testigo, es volver a contar mi historia y tener que acordarme del sufrimiento… “Como el año que fue, otra vez…” Sin embargo debo encontrar mi propia voz en este coro y surgir por mi mismo. Tengo el poder y todos lo ven en mí, excepto yo, pues yo solo vivo adentro de este ser, de este cuerpo, de este contexto, y así observo como otros esperan de mi grandes cosas y sólo falta que ocurran, o que yo las haga ocurrir, más bien…

Aquí estoy viendo cómo debo surgir, haciendo un conteo de los daños a realizar, corazones que se romperán, ideas que revolucionarán y todo por el bien de la independencia y la verdad, de mi verdad. Igualmente sopeso los daños con lo que se construirá: mi fortaleza, poderío, la reconstrucción de mi espiritualidad, de mi independencia, de mi paz. Además ningún daño será real, pues no perderé a ningún ser querido, al contrario, ganaré el respeto de más gente. Veo que no habrá daños reales, este tiempo me favorece. ¡Oportunidad! No hay que dejarla pasar… porque quién sabe cuando haya otra igual… ¡que miedo! ¡Que gran responsabilidad! ¿Que voy a hacer? ¿Cuál es el primer paso a tomar? (Ayúdame Dios a tener sabiduría e inteligencia para no caer y poder crecer)

Acopio mis esperanzas para fortalecerme y llenar el vacío que me resfría por dentro, así puedo generar calor y tal vez iluminar mi entorno como suelo hacerlo, atrayendo como palomillas a la buena suerte, al amor, a la riqueza, al buen trabajo y al éxito… a la felicidad plena.

0 comentarios: