
Hoy aprovecho mi soledad para tomar decisiones, temo perder, pero temo más el costo de oportunidad, además si no me atrevo a cambiar por propia decisión puedo quedarme estancado para siempre. Sin crecer, sin lograr mis objetivos iniciales… que todavía no alcanzo…
Estoy definitivamente desviado de mis objetivos iniciales de vida, no del todo, sigo tocando los carriles del arte, pero no estoy dirigiéndome a ningún lado definido, como si estuviera esperando la gracia de Dios para que surja una oportunidad que le de un sentido a todo esto… y creo que esa está surgiendo ahora. La voy a tomar, aunque me duele, ya tomé una decisión así hace varios años y fue doloroso pero necesario. Es parte del proceso de maduración… someterse a lo que uno teme… enfrentarlo.
“Déjate caer, porque nada malo te pasará”, este mensaje de Dios es absolutamente verdadero, ya lo he comprobado, pero es sólo mi inmadura necedad de querer tenerlo todo, de querer seguir viviendo en el mismo lugar en la misma situación pero con los nuevos añadidos, con las nuevas características de vida, y no es posible, es realmente imposible para varios de estos añadidos…
Pongo a girar la rueda, no pienso en consecuencias, no pienso… porque el pensamiento traiciona a la intuición. El destino se mueve solo a veces y para salir triunfantes hay que someterse y dejarse caer. No pienso, solo hago… No afecto a nadie, el único involucrado soy yo y yo seré el beneficiado… ¡Eso es! Debo dejar de pensar en los demás y centrarme en mí mismo… si estoy a gusto conmigo los demás estarán a gusto conmigo por igual.
Avanzo… y cambio radicalmente… allá voy ÉXITO!
Estoy definitivamente desviado de mis objetivos iniciales de vida, no del todo, sigo tocando los carriles del arte, pero no estoy dirigiéndome a ningún lado definido, como si estuviera esperando la gracia de Dios para que surja una oportunidad que le de un sentido a todo esto… y creo que esa está surgiendo ahora. La voy a tomar, aunque me duele, ya tomé una decisión así hace varios años y fue doloroso pero necesario. Es parte del proceso de maduración… someterse a lo que uno teme… enfrentarlo.
“Déjate caer, porque nada malo te pasará”, este mensaje de Dios es absolutamente verdadero, ya lo he comprobado, pero es sólo mi inmadura necedad de querer tenerlo todo, de querer seguir viviendo en el mismo lugar en la misma situación pero con los nuevos añadidos, con las nuevas características de vida, y no es posible, es realmente imposible para varios de estos añadidos…
Pongo a girar la rueda, no pienso en consecuencias, no pienso… porque el pensamiento traiciona a la intuición. El destino se mueve solo a veces y para salir triunfantes hay que someterse y dejarse caer. No pienso, solo hago… No afecto a nadie, el único involucrado soy yo y yo seré el beneficiado… ¡Eso es! Debo dejar de pensar en los demás y centrarme en mí mismo… si estoy a gusto conmigo los demás estarán a gusto conmigo por igual.
Avanzo… y cambio radicalmente… allá voy ÉXITO!

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