El imparable universo cambiante...

Tengo miedo, estoy viviendo un momento de cambio. OTRO momento de cambio... El mundo está desesperado apurándonos a crecer, a evolucionar, son demasiadas lecciones muy rápido. Ahora no sé a donde me dirijo. No sé cuál es el destino de este tobogán en el que la vida me metió, porque yo no realicé ninguna injerencia para llegar aquí, en verdad.
Veo las cosas que quisiera haber hecho. Audiciones, películas que pudieron tener mi nombre. Proyectos de gran envergadura que pasan como una colección de oportunidades perdidas. O de promesas o de pasos para llegar a un lugar desconocido. Tal vez son muestras de un camino que se forja, y que me incluye de alguna manera, como si mirara a través de un cristal todo lo que ocurre en mi camino de vida de manera paralela, eventos que me gustan me emocionan, me involucran, pero no me tocan, están separados de mí, y siento que en algún momento habrá una puerta o una ventana que los una a mi vida, en los que los carriles se unan y sea yo el protagonista de esas historias, y conmigo esas historias sean más grandiosas y maravillosas. Eso es lo que espero.

Hoy me siento triste, veo que la gente se aleja de mi por mi talento, por mi belleza, por mi carisma. Es una situación muy extraña, porque en lugar de atraer, alejo… y eso me entristece. Me desaparezco, de disuelvo, dejo de existir, porque la gente no quiere enamorarse de mí, porque la gente teme y se cuida de algo que no ocurrirá nunca, pero es una reacción que me deshace, debo enfrentar la existencia ante los que me quieren olvidar.