Canto mi canción

Laralarala...
La maravillosa suerte me favorece con una mirada. Estoy sentado recibiendo todas las bondades del Universo. Abriendo mis ojos a las aventuras y a la vasta gama de posibilidades que se presentan frente a mí.
Uohuohuoh...
Tuve el sueño de que se cumplían todos mis deseos, y hoy mis sueños se hacen realidad. Hoy yo decido que mis sueños son reales porque yo manejo el Universo que me rodea... Yo soy el dueño absoluto de mi destino y tomo por fin las riendas de mi camino. Estoy construyendo mi leyenda. Hoy decido que no me afecta lo que piensen. No me dejo sucumbir aunque me golpeen, aunque me hagan tropezar, ni aunque me jalen, me maten, me ensucien, me rompan, me aten. Yo continúo hacia arriba y adelante...
Pampapapam!
Estoy limpio. Estoy contento. Estoy consciente. Estoy libre.
Vivo para mí mismo.
No tengo miedo de volar. El mundo está en mis manos. Todas las respuestas se despilegan.
Pensaba que yo no encajaba y ahora sé que soy diferente para abrir mi propio camino y ser guía de los que no conocen la luz. Encuentro el camino propio. No me reprimo más. Abro mis alas y levanto el vuelo...
Laralarala...
No tengo miedo de volar solo... Simpre está Dios conmigo, siempre y nunca me abandona, incluso aunque yo quiera... Dios me deja ser... pero no me abandona nunca. Siempre a mi lado como padre, como amado, como mi dios, como Dios, como YO MISMO.

Yo soy aquí y ahora por siempre y siempre en perfección y plenitud, armonía y felicidad absolutas; en abundancia y salud por siempre para mí y todos mis entornos.